En medio de la controversia por la posible construcción de un cuarto muelle de cruceros en Cozumel, el diputado Renán Sánchez Tajonar se posiciona como una de las voces políticas más firmes en defensa del medio ambiente y la participación ciudadana. Su postura no solo refleja coherencia con los principios de la Cuarta Transformación, sino que reafirma su compromiso con la sostenibilidad, el diálogo democrático y la defensa del patrimonio natural de Quintana Roo.
El liderazgo se demuestra no solo en el respaldo de causas populares, sino en la valentía de alzar la voz cuando el bien común está en riesgo. Así lo ha entendido Renán Sánchez Tajonar, diputado por Quintana Roo y coordinador del Partido Verde en el Congreso estatal, quien ha fijado una postura firme y razonada en contra de la construcción del cuarto muelle de cruceros en Cozumel, uno de los proyectos más controvertidos en la historia reciente de la isla.
La posición del legislador no es un capricho ni una postura ideológica. Parte de un principio que ha guiado su actuar público: escuchar a la gente y defender lo que es justo. En este caso, la mayoría de las voces ciudadanas, expresadas en redes sociales, reuniones comunitarias y en una consulta digital organizada por su equipo, han manifestado su preocupación por el impacto ambiental del proyecto, la falta de una consulta pública formal y la sospecha de que los beneficios podrían concentrarse en unos cuantos intereses privados.
Según los datos recabados en dicha consulta, el 60% de los participantes está en contra del cuarto muelle, el 18% lo apoya y un 22% mantiene una posición neutral. Este ejercicio de escucha social no sustituye a un mecanismo oficial de consulta, pero refleja con claridad el sentir de un sector amplio de la población que exige más transparencia, información y debate.
Renán Sánchez Tajonar ha sido claro: no se opone al desarrollo ni al turismo, dos pilares económicos de Cozumel y del Caribe mexicano. Lo que rechaza es la imposición de proyectos que no respetan el entorno natural ni el principio de participación social que impulsa la Cuarta Transformación. Su postura se alinea con los valores de un gobierno que ha prometido gobernar con el pueblo y para el pueblo.
El arrecife de Cozumel no es solo un recurso turístico. Es un ecosistema vital que protege a la isla, sostiene la biodiversidad marina y forma parte del patrimonio natural de México. Destruirlo o debilitarlo por una obra que carece de consenso, sería un retroceso para el estado y para el país. En palabras del diputado: “El arrecife es vida y patrimonio de la ciudadanía”.
Desde una perspectiva política, la actuación de Renán fortalece su liderazgo como un referente de la nueva generación de políticos que entienden la sostenibilidad como una condición indispensable para el futuro. No es menor que sea una voz desde el Congreso quien plantee con claridad que el desarrollo no puede estar por encima del medio ambiente ni del derecho de las comunidades a decidir sobre su territorio.
Además, el llamado que ha hecho a abrir un debate informado y participativo, habilitando canales de escucha tanto digitales como presenciales, demuestra una vocación democrática poco común en tiempos de polarización. En lugar de imponer, propone. En lugar de callar, escucha. En lugar de ceder a presiones, defiende lo que considera justo.
En el contexto de las definiciones políticas rumbo a 2027, este tipo de posicionamientos no pasan desapercibidos. Renán Sánchez Tajonar se consolida como un perfil con visibilidad, coherencia y convicción, que entiende que el liderazgo no se construye solo con discurso, sino con hechos. Su oposición al cuarto muelle, respaldada en datos y en una lectura fina del entorno social, podría marcar un antes y un después en el debate ambiental y político de Quintana Roo.
La decisión final sobre el cuarto muelle no está en sus manos, pero su postura ya ha marcado la conversación pública. Y eso, en la arena política, es el reflejo más claro del poder que tiene un representante cuando decide ponerse del lado de la gente.